23.8.11

Volver a casa, un cuento japonés



El otro día fuimos con Aniki a buscar una estatuilla que compró él al centro. Después de encontrarnos en su casa y averiguar “bien” cómo ir, nos pusimos en marcha. Teníamos dos opciones, podíamos tomarnos el subte al bajar del colectivo, o caminar unas 12 cuadras. Elegimos esta ultima. Fue relativamente fácil encontrar el local. Lo difícil fue irnos. Típico local escondido entre sex shops y disquerías en una galería, este cuartito repleto de gashapones, mangas, pósters, pins, estatuillas, y demás, nos llevó durante los poco más de 40 minutos que estuvimos ahí adentro (un cuartito de 2.5m x 2.5m) a un mundo que nos había abandonado a nosotros hacía un buen tiempo. Había figuras de Dragon Ball, de Evangelion, de Saint Seiya (o los caballeros del zodiaco) y muchísimos otros animés más. Esto me provocó dos cosas. La primera fue comprarme un llavero de un Family, (el llavero más genial que se vio en la historia de la humanidad) y una figura de Gokú Ssj4 peleando contra Baby (muy, muy detallada). La segunda reacción que este tsunami de recuerdos me provocó, fue ponerme a pensar en lo importantes que fueron para el 90% de mi generación, todos estos animés. No sé ustedes, pero yo creo que crecí con un sentido de la justicia y de la bondad muy distinto al de alguien que no vio Dragon Ball Z. Sigo sin entender a la gente que no vio esta serie. Es gran parte de la infancia de toda una generación de pibes y pibas. Pokémon hoy en día es una porquería, pero en su momento también fue importante. Reflejaban amistad más allá de todo y la convicción de seguir un objetivo sin importar nada. Digimon era también una onda así, por lo menos hasta el 3 en dónde lo único importante que me quedó grabado en la memoria fue la epicness de beelzemon (si, el malo). Después vinieron animés que eran más para boludear que otra cosa, que venían a ser novelas con cosas sobrenaturales, como Sailor moon, Ranma 1/2 o Sakura Card Captors (que me gustaba relativamente), y las que directamente eran para perder el tiempo riéndose un rato, como Koni Chan (Dios, que serie bizarra y graciosa :3). En fin, todo esto pensaba yo mientras con Aniki buscábamos la forma de volver a casa, cosa que no nos fue fácil, estuvimos UNA HORA tratando de averiguar dónde había una estación de la línea C de subtes, para ir hasta la calle Moreno y tomarnos el colectivo a casa. Después de preguntarles a tres personas distintas, que nos mandaron para tres lugares distintos, encontramos una estación de subte línea B. No, no le pifié a la letra. Encontramos esa estación, era todo lo que teníamos. Así que lo tomamos para hacer combinación con el C. Nos bajamos del B y nos perdimos buscando el C, hasta que desembocamos en el andén correspondiente, solo Chuck Norris sabe cómo. Después de eso llegamos a la calle Moreno para esperar el 103… jamás apareció. Y no, había un enorme camión bloqueando la calle. Así que otra vez preguntamos, para saber dónde podíamos tomarlo más adelante. Así seguimos caminando un buen rato más, paramos en un supermercado chino, compramos provisiones para no morir de hambre y seguimos nuestra búsqueda. Le preguntamos al cajero si sabía dónde paraba el 103, dijo que no tenía idea. La parada estaba en la esquina de la cuadra siguiente (espero que el cajero viva muy, muy lejos de ahí, porque sino, es un idiota importante). Después de esta travesía nuestro odio renovado por el transporte público y la sociedad en general, solo era superado por nuestro amor por el animé y nuestras hermosas estatuillas :D

P.D.: a la semana siguiente volvimos, y esta vez nos fuimos a caminar hasta Puerto Madero, solo for teh lulz. Desde ahí, si fue fácil volver.

20.7.11

Carta de presentación, o un "Hola!"


Al principio no sabía bien cómo encarar esta “carta de presentación”. Tantos años escribiendo sin publicarlo, hicieron que me fuera difícil dirigirme por primera vez a un público ajeno a mi entorno. Debería empezar por agradecer a mi Aniki por prestarme su blog y dejar que me exprese por primera vez en un ámbito abierto.

Ahora bien, los textos que suelo escribir yo son muy distintos a lo que seguramente los tiene acostumbrados el autor original del blog, así que, al menos por ahora, voy a limitarme a ser espontáneo y decir lo que pienso (ahora, a las 5:20 a.m. mientras ensayo esta carta, eso se resume a “la puta, que frío y sueño” pero bueno, estoy viajando rumbo al trabajo). En fin, debido a la fuerte carga emocional que suelen tener mis textos, y lo poco acordes que son al estilo de este blog, quiero empezar conociendo a los freaks que visitan este espacio y para los que voy a estar escribiendo esta temporada, debatiendo un par de temas de los que todos podamos hablar. De esta manera ya hay temas que debemos descartar, cosas como física cuántica, cocina gourmet, turismo carretera o mujeres, entre otros, todos ellos tanto por poco interesantes (tómese por caso “turismo carretera”) como por poco productivos (acaso “mujeres”…) y podemos mencionar otros de los que necesariamente debamos hablar, como animé quizás, la sociedad que tantas veces nos (o mejor dicho, me) asquea, la internet, JUEGOS DE VIDEO, o mujeres. Todos estos tanto por sumamente interesantes (caso internet o JUEGOS DE VIDEO) como por inevitables y sumamente intrigantes (acaso “mujeres”…).

Como sea, no pretendía extenderme tanto, las obras más geniales son a mi parecer las más breves y concisas, y temo no haberlo sido. Así que, (a falta de poder acortar esta carta) les dejo lo último que escribí, un pequeño pasaje de desesperación en momentos de crisis en los que el tiempo nos pasa muy rápido por arriba. De paso, pueden ir viendo cual es mi “estilo” a la hora de escribir. Intentaré aceptar cada crítica constructiva.



Sal en las heridas, emociones fuertes que corren por la corteza

de mi cerebro como la sangre por mi corazón acelerado. ¿Qué más

podemos hacer cuando las imágenes nos ciegan? ¿Hacia dónde

correr cuando no queremos estar en ningún lugar? la cabeza

duele y los ojos arden, todo se vuelve negro, porque negro

es como mejor nos queda. El sueño desaparece y las esperanzas...

bueno, las esperanzas se convierten en la duda de lo que

alguna vez nos prometieron. Los fantasmas salen a asustar,

y sobre uno cae el peso de mil amores, rencores y temores

que guardamos en lo más alto de nuestra montaña de defectos.

Esos arrepentimientos de los que nadie se arrepiente, esas

luces en el cielo, esos peces en el mar. Esas frustraciones,

esos fracasos, ese miedo a perder, que no nos deja ganar.

Esos lazos de sangre que nos atan a una rutina gris y sin

sentido, todos esos momentos en los que quisimos volver el tiempo

atrás para hacer todo de vuelta, exactamente igual...

todos esos momentos que quisimos pasar de largo, todas esas

caras que aparecen cuando cerramos los ojos, los gigantes de

piedra que tanto nos temen, los granos de arena que tanto

nos han aplastado, las tormentas que hemos sobrevivido y los vasos

de agua que siempre nos ahogan. El amor es un juego de curiosas

coincidencias, y la vida es una consecución de equivocaciones y

tristes coincidencias. Escribir es la mejor forma que encuentro

de nadar hacia arriba en este mar de furia que me ahoga.

Serj.-

17.7.11

Its Alive!


Si pienso revivir esto sin hacerle una puta modificacion y con la excusa de que un amigo pueda despotricar con quien quiera cuando quiera y si quiere.
Yo seguiria en al linea de lo de siempre (pero con memes)





See ya!.